Religión

Religiones antiguas en irán:

La religión en Irán comprende periodos que varían a lo largo de su historia y evolución. Se pueden dividir en tres secciones: la primera, la era de las religiones en la antigüedad donde destacan el mazdeismo o zoroastrianismo y sus religiones opositoras; seguida del período islámico sunni luego de la conquista árabe, pasando a la religión mayoritaria chií en 1501; así llegamos al presente, en el que Irán es un estado teocrático y donde la religión oficial es el Islam chíi. Durante el milenio IV a. C. se produjeron en la zona del actual Irán una gran diversidad de cerámicas con formas animales o abstractas de gran calidad, algunos de los cuales tenían aparente uso ritual. Zoroastro inicia a predicar en el año 700 a. C. una religión monoteísta, siendo opositor de las demás religiones de la época. En el siglo vi el rey Darío I convirtió en religión oficial el mazdeísmo. Se trataba de una religión dualista, en la que el mundo estaba regido por dos principios: el bien y el mal.


Religión en la edad media:

La Edad Media en Persia vio sucederse el dominio de diferentes pueblos. A mediados del siglo VII, concretamente en el año 63 se produjo la conquista de Irán por los musulmanes árabes. Los califas de Damasco y primeros abbasíes fueron tolerante hacia las antiguas religiones, perdurando en Persia las creencia zoroastrianas, monofisitas y nestorianas. Así es como llega el islamismo a Irán y se cambia el mazdeism por el islam.


Religión en la edad moderna:

El siglo xvi fue el de la independencia con la dinastía safaví o sefévida. Tiene su origen en las órdenes religiosas sufíes de las montañas de Azerbaiyán. Organizaron su estado en torno al santuario de Ardabil, cerca del mar Caspio. Ismail, su jefe, se proclamó sah en el año 1501. El reino sefévida consolidó definitivamente la diferencia entre los persas y el resto de los musulmanes, al consagrar la preeminencia del chiismo dentro de Irán. De esta dinastía, cabe destacar el reinado de Abás el Grande (1587-1629). La emergencia en 1501 de la dinastía Safaví conllevó la sustitución del islam suní, hasta entonces mayoritario, por el chiismo duodecimano como religión oficial del reino, además de una intensa persecución de la mayor parte de cofradías sufíes desarrolladas tras la invasión mongola del siglo xii.


El islám en irán:

La conquista islámica de Persia (637-651) llevó al final d Imperio de Sasanian y la declinación eventual de la religión de Zoroastrian en Persia. Sin embargo, los logros de las civilizaciones persas anteriores no se perdieron, sino que fueron absorbidos en gran medida por la nueva política islámica. El Islam ha sido la religión oficial de Irán desde entonces, excepción de una corta duración después de las incursione mongolas. Irán se convirtió en una república islámica después de la Revolución Islámica de 1979. Antes de la conquista islámica, los persas habían sido principalmente zoroastrianos, sin embargo, también había grandes y prósperas comunidades cristianas y judía especialmente en los territorios de entonces, el noroeste, oeste y el sur de Irán. Cuando el Islam fue presentado a los iraníes, la nobleza y lo habitantes de la ciudad fueron los primeros en convertirse, Islam se propagó más lentamente entre los campesinos y lo dehqans, o la nobleza de los terratenientes. A finales d siglo XI, la mayoría de los persas se habían convertido e musulmanes, al menos nominalmente. Aunque Irán es conocido hoy como un bastión de la musulmana chií, no lo fue hasta mucho más tarde, alrededor del siglo XV. La dinastía safávida convirtió al islamismo chií en la religión estatal oficial a principios del siglo.


El cristianismo en irán:

El Cristianismo en Irán ha tenido una larga historia, remontándose a los primeros años de esta fe. Siempre ha sido una religión minoritaria, oscurecida por las religiones de estado mayoritarias, el zoroastrismo en el pasado, el Islam chiíta en la actualidad. Los cristianos de Irán han tenido un papel significativo en la historia de la misión cristiana. Una serie de denominaciones cristianas están representadas en Irán. Muchos miembros de las iglesias más antiguas y grandes pertenecen a grupos étnicos con su propia cultura y lengua. Los miembros de las iglesias más nuevas y menores, provienen de las minorías étnicas tradicionalmente cristianas y de conversos que vienen de un pasado no cristiano. En la época apostólica, el cristianismo empezó a establecerse en el Mediterráneo. Sin embargo, una cultura cristiana algo diferente se desarrolló en las fronteras orientales del Imperio romano y el persa. El cristianismo siríaco debe mucho al judaísmo y al idioma arameo. Esta lengua era muy probablemente hablada por Jesús y en diversas formas modernas aún se habla por algunos cristianos iraníes (véase neoarameo asirio) e idioma senaya. De Persia, la actividad misionera estableció los cristianos de santo Tomás en la India y la estela nestoriana y la pagoda Daqin en China. La Iglesia de Santa María en el noroeste de Irán por ejemplo, es considerada por algunos historiadores como la segunda iglesia más antigua después de la Iglesia de Belén en Palestina. Una princesa china, que contribuyó a su reconstrucción en 642, hizo que grabaran su nombre en piedra en la pared de la iglesia. El famoso viajero italiano, Marco Polo, también describió la iglesia en su itinerario durante su visita.


El judaísmo en irán:

El judaísmo es una de las más antiguas religiones practicadas en Irán y se remonta al final de los tiempos bíblicos. Los libros de Isaías, Daniel, Esdras, Nehemía Ester y Crónicas contienen referencias a las vivencias de los judíos en Persia. En éstos se encuentran referencias a la vid y las experiencias de judíos en Persia. En el libro de Esdras, se recoge que los reyes persa permitieron salir a los judíos para establecerse en Jerusalén y reconstruir su templo, cuya reconstrucción pudo hacerse gracias al "Decreto de Ciro II el Grande, Darío I y Artajerjes I.". Este gran evento en la historia judía tuvo lugar a finales del siglo VI a. C., cuando existía una importante comunidad judía en la zona persa. Según algunas estimaciones, entre 30 000 y 40 000 judío persas permanecen en Irán, especialmente en Teherán Isfahán (3 000), y Shiraz. Otras fuentes más reciente reducen el número paulatinamente a 25 000 y 20 000, cuando en 1979 en la revolución iraní, el número era de 80 000. Durante el apogeo del Imperio persa, se estima que el 20% d la población era judía. Desde tiempos inmemoriales, un considerable número de judíos persas se separó del resto en la actualidad se les conoce como los Judíos de Bucara los Judíos de la Montaña. Por otro lado, en Irán residen personas descendientes directas de judíos convertidos Islam o a la Fe Bahai. Los judíos que emigraron a la antigua Persia residían e comunidades, que aún hoy en día se mantienen en varios d los Estados que actualmente ocupan territorios del antiguo imperio como Irán, Afganistán, Azerbaiyán, Pakistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y el noroeste de la India Existen además pequeñas comunidades en Europa Occidental, Australia y Canadá.


El zoroastrismo en irán:

El Zoroastrismo o Mazdeísmo es el nombre de la religión y filosofía basada en las enseñanzas del profeta Zoroastro (Zaratustra). Esta religión nació entre el siglo IX y X A.C, en el territorio del actual Irán y es una de las religiones vivas más antiguas. En la actualidad es aún profesado por unas 200,000 personas en todo el mundo, principalmente India Occidental, Irán central y la diáspora en las antiguas colonias británicas. Parte de sus enseñanzas pasaron al judaísmo y cristianismo, y de estas dos posteriormente al Islam. El Zoroastrismo surgió como una reforma de la religión de las tribus de lengua iraní que se instalaron en el Turquestán. Estas tribus estaban estrechamente ligadas con los indoarios, que aportaron el sánscrito y algunas de sus creencias. Zoroastro presentaba sus enseñanzas como las propias de un profeta que innovaba y la antigua religión iránica de la que era sacerdote. Su doctrina se centra en las cuestiones relativas a la naturaleza espiritual y moral del hombre, y trata de explicar la condición humana, así como el encuentro del Bien y el Mal. Aunque ha sido descrito en ocasiones como dualismo ontológico, el Zoroastrismo enseña en realidad un monoteísmo que trata de resolver el problema del mal, y afirma en el hombre la libertad de elección moral, elección en que las enseñanzas zoroastristas ponen especial énfasis. La predestinación es rechazada pues los hombres son responsables de su situación y deben actuar para cambiarla. La recompensa, el castigo, la felicidad dependen de cómo las personas vivan su vida. El bien transpira de aquellos que actúan correctamente y los que actúan mal se dirigen hacia su ruina moral. La moral zoroastrista se resume en la frase: "buenos pensamientos, buenas palabras, buenos actos".