Geografía

Geografía de irán

Irán es un Estado central de Asia occidental. Limita con el mar Caspio, las repúblicas transcaucásicas de Armenia, Azerbaiyán y Turkmenistán al Norte, Afganistán y Pakistán al Este, el golfo Pérsico y el golfo de Omán al Sur e Irak y Turquía al Oeste. La capital es Teherán.

El relieve iraní está configurado en líneas generales por elevadas mesetas combinadas con depresiones y delimitadas por elevadas cordilleras, sobre todo al Norte y Sur del país; los montes Alburz y Zagros, respectivamente, son las principales formaciones montañosas iraníes.

Ríos

Sus principales ríos, el Atrak, el Karun y el Safid, se enmarcan entre las enormes cuencas fluviales del Tigris (Mesopotamia) y el Indo, atravesando, en general, un territorio marcado por la aridez, lo que motiva la presencia de algunos desiertos. Irán, o la antigua y secular Persia, representan un extenso estado, paso natural y político entre el Próximo Oriente, Asia interior y el Indostán. Sumado a ello, su ubicación en el área del planeta donde se produce mayor cantidad de petróleo, hacen de este país un estado de vital interés estratégico mundial. Se pueden distinguir tres regiones naturales: una extensa meseta central, un perímetro montañoso (donde destacan las cordilleras de Alburz y Zagros) y las estrechas franjas marinas y oceánicas del Caspio y del Índico, respectivamente.

Clima

El clima, en general, es de tipo continental árido, dependiente de las cadenas montañosas que borran las influencias marinas hacia el interior del país. Las precipitaciones son escasas, no superando los 200 mm anuales. En la región del Caspio ocurre todo lo contrario: las precipitaciones pueden alcanzar los 2000 mm anuales en los sectores más elevados de las montañas vecinas de los Alburz. El área del golfo también es cálida, siendo las lluvias algo más frecuentes que en el interior. Finalmente, en el área de montaña (sobre todo al NO del país), se registran las temperaturas más frías, que se aproximan --en casos extremos-- a los -40º.

Población

Irán es un país con una densidad de población baja, no en balde más del 50 % de su territorio se considera improductivo y, por lo tanto, no apto para el desarrollo de asentamientos humanos. La población se concentra al pie de las montañas, así como en el curso y los estuarios de los ríos, esencialmente al Oeste y Norte del país. El fuerte crecimiento de la población incluso superó el 3 % en el período de guerra. Este hecho, sumado al fuerte proceso de sedentarización y urbanización de la población en un 55 %, hace que cada vez los desequilibrios de distribución sobre el territorio de sus habitantes sea mayor. Así, en 1976 dieciséis ciudades superaban los 100 000 habitantes y tres los 500 000; en el último censo (1986) este número creció a 28 y 8 respectivamente. La población total pasó de 31,5 millones en 1976 a 49,5 millones en 1986 y a 55,5 millones a principios de los 90.

Flora y fauna

Más del 10% del país está cubierto de bosque. Los más extensos se encuentran en las laderas montañosas que se alzan desde el mar Caspio, con roble, fresno, olmo, cipreses y otros árboles valiosos. En la meseta en sí, aparecen zonas de quercus arbustivos aparecen en las laderas montañosas más irrigadas, y los lugareños cultivan huertos y crece el plátano, álamo, sauce, nogal, haya, arce y morera. Plantas y arbustos silvestres surgen de la tierra estéril y permiten que se produzca pasto, pero el sol del verano la quema.

Más de 2.000 especies de plantas crecen en Irán. La tierra cubierta por la flora autóctona de Irán es cuatro veces la de Europa.

Uno de los más famosos miembros de la vida salvaje en Irán es el último superviviente en el mundo, críticamente amenazado guepardo asiático, que hoy en día no se encuentra en ningún otro sitio salvo en Irán. Ha perdido todos sus leones asiáticos y el hoy extinto tigre persa en la primera parte del siglo XX. Osos pardos y tibetanos en las montañas, muflones y cabras salvajes, gacelas, asnos salvajes, jabalíes, leopardos y zorros abundan. Entre los animales domésticos hay ovejas, cabras, vacas, caballos, búfalos de agua, burros y camellos. Son autóctonos en Irán el faisán, la perdiz, la cigüeña y el halcón.

El leopardo de Persia se dice que es la más grande de todas las subespecies de leopardos del mundo. La gama principal de esta especie en Irán se solapa de cerca con la de cabra bezoar. Por lo tanto, se encuentra en todas partes de Alburz y sierras montañosas de los Zagros, así como en sierras menores dentro de la Meseta iraní. La población del leopardo es muy escasa, debido a la pérdida de hábitat, de sus presas naturales, y a la fragmentación de la población. Aparte de la cabra bezoar, los muflones, el jabalí, los cérvidos (sea el ciervo de Maral o los corzos), y los animales domésticos constituyen la dieta de leopardo en Irán. 


Las principales clases de bosque que hay en Irán y sus zonas respectivas son:

Caspio bosques de los distritos norteños (19.000 km²);

Bosques montañosos calizos en los distritos noreste (bosques de Juniperus, 13.000 km²);

Bosques de pistacho en los distritos este, sur y sureste (26.000 km²);

Bosques de roble en los distritos central y oeste (35.000 km²);

Matorrales de los distritos Kavir (desierto) en la parte central y noreste del país (10.000 km²);

Bosques subtropicales de la costa sur (5.000 km²) como los bosques de Hara.



Los Desiertos


Dos grandes desiertos ocupan gran parte del centro de Irán: el desierto de Lut, cubierto de arenas y rocas, y el desierto de Kavir, cubierto de sal en su mayoría. Ambos son inhóspitos y prácticamente deshabitados. En invierno y primavera, algunas corrientes de agua circulan por el desierto de Kavir, formando pequeños lagos y ciénagas. El resto del año los dos desiertos son de una aridez extrema. 



Recursos naturales:

Petróleo, gas natural, carbón, cromo, cobre, mineral de hierro, plomo, manganeso, cinc, sulfuro

Tierra arable: 10%

Cosechas permanentes: 1%

Pastos permanentes: 27%

Bosques y arbolados: 13%

Otros: 49%

Tierra irrigada: 94,000 km²